La Casa Torre de Aldán, perteneciente a los Condes de Canalejas, grandes terratenientes de la Comarca, contaba con una de las extensiones más amplia y hermosa de la Península del Morrazo. Situada en el corazón de la parroquia de Aldán, la Finca contaba con estructuras arquitectónicas de gran valor artístico y monumental.
Era empleada por la familia y allegados como lugar de descanso y recreo para practicar sus deportes favoritos, entre ellos la caza. Hasta hace poco, el poder disfrutar de estos parajes era cosa de un grupo reducido, dado que se trataba de una propiedad privada. Esta condición cambió al pasar la Finca de O Frendoal, conocida popularmente como El Bosque Encantado, a disposición del Ayuntamiento de Cangas, que la recuperó y acondicionó para que pueda ser admirada por vecinos y turistas.
"Jardines Históricos"
Se trata de unos jardines situados al lado izquierdo de la finca, dentro de una zona de recreo y descanso de la Casa Condal, que se empleaban como bosque para la caza. O Frendoal, en un principio estaban unidos a la finca del Pazo-Torre de Aldán hasta principios del siglo XX, de la que finalmente quedaron separados por el trazado de la actual PO - 315.
Cabe destacar su vegetación, entre la que podemos encontrar magníficos ejemplos de robles, castaños, laureles, abedules y algunas especies introducidas por los condes como son las píceas, creando un ambiente de otros tiempos, como si nos adentráramos en épocas pasadas, reviviendo todo su esplendor.
"Acueducto elevado de O Frendoal" (O Arco de la Condesa)
Al igual que los jardines, el acueducto se situaba en un margen de la PO–315 y también formaba parte de los condominios de la Torre de Aldán. Se trataba de una antigua canalización de agua que iba desde una alejada mina, situada en la zona más elevada de O Frendoal, hasta el Pazo. Para salvar el desnivel se construyeron dos amplísimos arcos, uno de los cuales se eliminó con la construcción del actual trazado de la PO- 315, siendo su recorrido subterráneo. El otro arco aún se conserva dentro de la finca, por debajo del cual pasa el sendero que recorre el parque.
El actual acueducto es medieval, pero si nos remontamos a su origen cabría señalar que se sitúa en la época romana. Esto se deduce de la situación de sus cañerías que desembocaban en lo que se presume eran las antiguas pilas de la factoría de salazón, que los romanos tenían en los bajos de la actual Torre de Aldán. Dicha actividad salazonera requería gran cantidad de agua, que era suministrada por unas conducciones previas al actual acueducto. Más tarde, ya restaurado por el Conde, el agua que corría desde las minas y que pasaba por encima del Arco, era utilizada para regadío de sus cultivos, ricos en frutales y hortalizas. Este sistema de regadío fue utilizado hasta los años setenta, quedando completamente obsoleto con el paso del tiempo.
Por otro lado, dentro de este entorno no podemos dejar de destacar, complementos con estructura de fábrica, que nos iremos encontrando en el camino:
Pequeño castilo con foso y puente levadiza.
Su construcción se inició en los años sesenta como zona de descanso para los condes, pero quedó sin acabar. En la actualidad se conserva su estructura originaria.
Campo de croquet.
Situado enfrente de la fachada principal del castillo, fue utilizado durante los anos sesenta y setenta.
Bancos de descanso.
Paseo bordeado de castaños. Donde los vecinos de la zona aprovechan el paseo en otoño para recoger sus frutos.